Automaestría

Quiero ser directo contigo

Lee estos siete puntos para decidir si este proceso resuena contigo. Si sí, entonces le dedicas unos minutos a leer el resto.

  • El proceso de Automaestría te ayuda a dejar de sabotearte la existencia.
  • Reconfigurar tus metas, valores y propósito para que sean claros y posibles.
  • Aprendes a resignificar y habitar el perdón, el amor y la abundancia de adentro hacia afuera.
  • Desarrollar tres herramientas humanas muy poderosas: desapego, intuición y creación.
  • Inversión: $49,900.00 MXN por tiempo limitado. Después $60,000.00 (Convertir a dólares).
  • Dura seis meses, es online y 100% en vivo.
  • Mi intención es elevar tu nivel y calidad de vida a través del desarrollo de conciencia.

Si esto es para ti entonces sigue leyendo.

Hace 25 años, cuando andaba construyéndome una vida, me gasté una buena lana buscando aprender “lo necesario” para tomar mejores decisiones en mi negocio, mis relaciones y en mi vida en general. Yo pensaba que necesitaba mejorar el “cómo”. Todavía no comprendía que el verdadero cambio no viene de la técnica, sino de la conciencia que la sostiene.

Con los años —y mucha prueba y error— fui juntando piezas en distintos lugares hasta armar una guía personal que me cambió el rumbo. Soy otro en muchos sentidos, y lo agradezco. Claro, sigo creciendo, pero hoy sé con certeza que estoy caminando por donde sí es.

En 2015 di el salto profesional y decidí convertirme en aquello que tanto busqué. Me dediqué a estudiar, entrenarme, investigar, saber enseñar y armar las piezas correctas en un solo lugar. Ese lugar es el proceso de Automaestría: lo que yo necesité, ahora estructurado para darlo a quien pueda servirle.

No vienes a “convertirte en alguien nuevo”. Vienes a sacar del modo automático a la mente que ya tienes y reorganizarla para que juegue a tu favor. Muchas personas viven reaccionando; pocas viven eligiendo. Este programa existe para cerrar esa brecha.

Aquí vas a encontrar un método práctico para:

Comprender cómo funciona tu mente cuando se activa el modo supervivencia.

Ubicar dónde te estás saboteando sin darte cuenta.

Responder con claridad en vez de reaccionar con impulsos.

Construir una identidad interna más sólida, estable y funcional.

Y desde ahí, mejorar tus decisiones, tus relaciones y tus resultados.

En pocas palabras:

Es un proceso para crecer, no para sobrevivir.
Para tomar control, no para autoengañarte.
Para madurar tu conciencia, no para convertirte en santo/a.

“Si buscas una vida más coherente, con más dirección y menos ruido interno, este es el tipo de trabajo que realmente mueve la aguja del destino”.

Permíteme ser directo nuevamente.

Este proceso SÍ es para ti si:

Ya quieres dejar de repetir los mismos patrones y deseas hacer algo distinto de verdad.

Quieres dejar de reaccionar y empezar a tomar decisiones conscientes, no por impulso.

Buscas ordenar tu mente, tus emociones y tu vida desde un lugar maduro, no desde el drama.

Tienes metas reales (personales o profesionales) y quieres herramientas internas para lograrlas.

Estás dispuesto/a a cuestionarte, escuchar y aplicar lo que aprendas, no solo a “escribirlo bonito”.

Te interesa crecer desde la conciencia, no desde el ego ni del positivismo falso.

Este proceso NO es para ti si:

Estás buscando soluciones rápidas, hacks mágicos o frases motivacionales para tus redes sociales.

Quieres que alguien más “te arregle” sin involucrarte.

No estás listo/a para dejar viejos hábitos, creencias o narrativas que te mantienen cómodo/a.

Necesitas un lugar para desahogarte, pero no pretendes cambiar.

Prefieres quedarte en tu zona cómoda, aunque te cueste toda tu paz.

Automaestría te sirve de puente entre la vida que tienes y la vida hermosa y chingona que te quieres construir. Porque nada cambia afuera si tu estructura interna sigue igual.

La mayoría intenta resolver su vida con motivación, ideas sueltas o “buenas intenciones” pero sin reconfigurar la mente que genera los mismos problemas.

Automaestría existe para resolver justo eso: sacar tu mente del modo automático y darle un nivel de claridad y madurez que sí se refleje en tu vida.

También los tiempos cambian y hay cursos que inspiran, pero ya no surten efecto. Por eso, en el proceso de Automaestría trabajas la raíz: el cómo piensas, cómo decides y desde dónde te relacionas contigo y con los demás.

Te ahorra años de prueba y error. Dado que yo ya me metí a fondo en lo que si funciona y lo que no; tú no necesitas volver a hacerlo. Este proceso junta lo útil, lo comprobado y lo que realmente mueve la vida hacia adelante.

Porque te evita seguir tropezando con la misma piedra. No elimina los retos —eso es fantasía—, pero sí te da una estructura mental más estable, funcional y capaz de responder con claridad.

Abre un camino más coherente. Uno que se siente más tuyo, más consciente y sin drama.

No te prometo una vida sin problemas porque la vida tiene sus misterios. Lo que sí te llevas —si haces el trabajo— son herramientas y una transformación interna que cambia tu forma de vivir tu vida.

Claridad en la cabeza: Menos ruido, mayor sentido de dirección personal.

Decisiones maduras: Respondes con consciencia, no por impulso.

Relaciones más sanas: Límites claros, sin dependencias conflictivas, menos drama.

Metas claras: Consciencia con lo que quieres y lo que tienes para hacerlo posible.

Soltar conductas limitantes: Menos autosabotaje, más confianza personal.

Un “yo” más sólido y estable: Donde tu mente deja de jugarte en contra.

En resumen: Dejas de vivir reaccionando y empiezas a vivir creando.

Automaestría es individual, práctico y en vivo. Seis meses de acompañamiento organizado para que la transformación sea sostenida y aplicable en tu vida diaria.

  • Duración: 6 meses.
  • Sesiones: Online y en vivo (uno-a-uno).
  • Material: Ejercicios prácticos entre sesiones, guías breves y recursos puntuales. No doy contenido pregrabado, el trabajo es personalizado y en tiempo real.

Las 3 etapas (lo qué sucede en cada fase)

Comprender tu cuerpo. Claridad corporal-emocional: aprendes a leer tu biología, energía y estados emocionales para recuperar presencia y estabilidad.

Reescribir tu historia. Observas tus patrones, creencias y elecciones que están apegados a tu identidad actual; diseñas una nueva narrativa con más sentido y que esté alineada con quien realmente eres.

Trascender tu mente. Integras lo aprendido y entrenas la mente para crear desde la claridad, con decisiones conscientes obtienes resultados que son coherentes con tu nuevo sistema de pensamientos y tu nuevo estilo de vida.

Dinámica semanal (cómo se avanza)

  • Antes de cada sesión: breve trabajo o reflexión asignada para afinar la conciencia.
  • Durante la sesión: aprendizaje, intervención práctica, aplicación con plan de acción.
  • Después: seguimiento breve por mensaje si se requiere (aclaraciones y ajustes).

La pauta es simple: sesión + aplicación = transformación.

Metodología y herramientas

  • Trabajo integrado: comprensión + resignificación + entrenamiento mental-conductual.
  • Herramientas: ejercicios, esquemas mentales, implementación de hábitos y prácticas de creación intencional.
  • Enfoque: tareas simples pero puntuales, revisiones periódicas y ajustes sobre la marcha.

Seguimiento y evaluación

  • Revisión periódica de avances y reajustes sobre la marcha.
  • Al finalizar: reporte ensamblado y constancia de Automaestría (símbolo de que completaste el proceso).

Qué espero de ti

  • Asistencia semanal.
  • Compromiso con las prácticas e implementación de lo aprendido entre sesiones.
  • Honestidad para mirar lo que toca mirar y aplicar los ejercicios.
  • Apertura para asimilar nuevo conocimiento.

Si no cumples esto, el proceso pierde efectividad —y honestamente, no es para quien no quiere comprometerse.

Logística práctica

  • Horarios flexibles y ajustables a tu zona horaria.
  • Las ausencias se coordinan con al menos 8 horas de anticipación.
  • Las opciones de pago y planes se explican en la sesión aclaratoria.
  • Se puede pausar el programa en caso de requerirlo.

Automaestría no es información; es una práctica sostenida. Un proceso con estructura clara (semanas, etapas, tareas) para que el cambio sea real y medible.

Antes, necesito decirte esto con toda honestidad: Automaestría funciona si tú haces tu parte. No es un proceso mágico, ni es para obtener resultados sin moverse. Es para personas que se toman en serio su crecimiento.

Lo que SÍ necesitas:

1. Compromiso real. Llegar a cada sesión, practicar entre sesiones. Eso es todo… sencillo, pero tiene que hacerse. Si no estás dispuesto/a a cumplir con lo básico, este no es tu lugar.

2. Honestidad contigo mismo/a. No necesitas exponer tu vida entera, pero sí necesitas sinceridad para manejar lo que salga, vamos a trabajar tu sistema de creencias.

3. Apertura para aprender y cuestionarte. Sin apertura no hay avance. No se trata que me creas, sino explorar juntos y descubrir lo que te sirve.

Lo que NO necesitas:

– No necesitas saber de desarrollo personal. Yo te llevo paso a paso.

– No necesitas ser “espiritual”, ni meditar en hielo, ni andar quemando incienso. Esto es aplicación práctica.

– No necesitas estar en crisis. Entra simplemente porque quieres subir tu nivel y calidad de vida, no porque “andes roto/a”.

– No necesitas cambiar quién eres. El trabajo es ordenar lo que ya tienes, quitar el exceso de ego que no te dejar ser quién eres, pero no te vas a convertir en otra persona.

Las condiciones básicas que debes saber

– Asistencia semanal. Si faltas constantemente, el proceso pierde efectividad.

– Pago completo antes de iniciar cada etapa. Planes disponibles que revisaremos en sesión aclaratoria.

– Sin drama y sin victimismo. Si no puedes o no deseas cambiar, no me lo expliques, nada más no entres. Si te mandaron a la fuerza, tampoco entres. Si vienes genuinamente a mejorar tu manera de vivir, adelante.

– Respeto y confidencialidad. Yo te cuido y cuido la integridad de la información que me compartas, y tú cuidas tu proceso.

1. ¿Cuánto tiempo toma por semana?
Necesitas por semana 2 horas aproximadamente (según la etapa) y 20–30 minutos para realizar alguna tarea entre semana. Si tu vida está tan llena que no puedes darte este tiempo, probablemente lo necesitas más que nadie.

2. ¿Y si esto no funciona conmigo?
El proceso funciona cuando hay compromiso. Si tú haces tu parte, yo me encargo del resto. No es terapia, no es magia y no es motivación pasajera. Es entrenamiento mental y emocional. Si entrenas, cambia. Si no, no.

3. ¿Hay apoyo entre sesiones?
Sí. Tendrás contacto conmigo a través de Whatsapp y mail para dudas o ajustes simples. No estás solo en el proceso; tienes acompañamiento real, no decorativo.

4. ¿Qué pasa si falto a una sesión?
Reagendas hasta con 8 horas de anticipación. Si no avisas, la sesión se pierde. Igual que un entrenamiento serio.

5. ¿Hay devoluciones?
Si, pero solo para etapas NO iniciadas. Puedes pedir devolución de las etapas que hayas pagado y no tomado. Una vez iniciada la etapa no hay devolución de esta. También puedes pausar tu proceso hasta 30 días entre una etapa.

6. ¿Necesito experiencia previa en desarrollo personal o meditación?
Para nada. Solo necesitas disposición y apertura para aprender algo nuevo.

7. ¿Esto es terapia?
No. No voy a diagnosticarte, sanarte ni llevarte al pasado a rascar heridas. Inevitablemente vas a reacomodar piezas del pasado, pero principalmente vas a pensar mejor, actuar mejor y tomar mejores decisiones.

8. ¿Qué pasa si no hago “clic” contigo?
Lo hablamos. Si no haces clic conmigo o con el programa, puedes pedir devolución en los primeros 30 días de haber iniciado el proceso completo. Yo priorizo tu proceso, no “cerrar la venta”.

1. Mándame un mensaje por WhatsApp o mail. Agendamos una videollamada para conocernos, resolver dudas y me cuentes lo que buscas.
2. Revisamos si el proceso es lo que realmente necesitas. Sin presión y sin compromisos forzados, confirmamos juntos si es tu momento.

3. Si todo cuadra, iniciamos. Agendamos las primeras sesiones juntos.

Historias de vida

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